lunes, 21 de septiembre de 2015

Aceites Comestibles


Originalmente designaba como aceites al aceite de oliva, pero la palabra se ha generalizado para denominar a aceites vegetales, animales o minerales.
El aceite de cocina es grasa de origen animal [cita requerida] o vegetal que suele permanecer en estado líquido a temperatura ambiente.
Algunos de los muchos tipos de aceites vegetales incluyen los de oliva, de palma, de soja, de colza, de semilla de calabaza, de maíz, de girasol, de cártamo, de cacahuete, de semilla de uva, de sésamo, de argán y de salvado de arroz, se bien en la cocina se usan muchos otros tipos.
En cocina, el término genérico «aceite vegetal» se usa para etiquetar un producto compuesto por un aceite concreto (como por ejemplo el de colza) o por una mezcla de varios aceites, a menudo basada en el de palma, maíz, soja o girasol.
El aceite puede aromatizarse sumergiendo en él hierbas frescas, pimienta, ajo y otros condimentos durante un periodo de tiempo. Sin embargo, debe tenerse cuidado cuando se almacenan aceites aromatizados para evitar el crecimiento de Clostridium botulinum (la bacteria que produce las toxinas que provocan el botulismo).

Aceites comestibles


Los aceites comestibles provienen tanto del reino animal como del vegetal. Una manera de determinarlos químicamente se centra principalmente en extraer el aceite de la planta usando éter petróleo y metanol a reflujo y luego aplicar una vez purificado una cromatografía en fase vapor y con esto observar la proporción de ácidos grasos presentes en este aceite. También se puede determinar usando el reactivo de Janus o Wiggs.
Existen diversos aceites animales, como los aceites de ballena, de foca o de hígado de bacalao que han llegado a consumirse pero actualmente en la cocina sólo se utilizan aceites vegetales, extraídos de semillas, de frutas o de raíces.
En general, los aceites vegetales aportan ácidos grasos insaturados y son ricos en vitamina E. Su valor energético es de 900 kcal cada 100 g.
En la Antigüedad, quizá el aceite que se conoció y utilizó primero es el de ajonjolí. Se sabe que lo usaban los egipcios. Los griegos usaron aceite de oliva, y en Atenas el olivo era considerado un árbol sagrado, símbolo de la vida de la ciudad. El aceite servía para la alimentación, para el alumbrado y para uso religiosos (los óleos para ungir).


Salud y nutrición


La cantidad adecuada de grasa dentro de la dieta diaria es objeto de cierta controversia. Cierta cantidad de grasa es necesaria en la dieta, además de ser también esencial en muchas técnicas culinarias. La FDA recomienda que un máximo del 30% de la calorías consumidas diariamente sean en forma de grasa.1 Otros nutricionistas recomiendan que no más del 10% de la ingesta diaria de calorías proceda de la grasa. En entornos extremadamente fríos, una dieta con hasta dos tercios de grasa es aceptable y puede de hecho ser crítica para la supervivencia.[cita requerida]
Aunque el consumo de pequeñas cantidades de grasas saturadas es esencial, meta-análisis preliminares (1997, 2003) hallaron una fuerte correlación entre el consumo de cantidades elevadas de estas grasas y las enfermedades cardiovasculares. Sorprendentemente, meta-análisis más recientes (2009, 2010) basados en estudios cohortes y ensayos controlados y aleatorios hallaron un efecto positivo5 o neutral6 al cambiar el consumo de carbohidratos por el de grasas saturadas como fuente de calorías, y solo una modesta ventaja al cambiar de grasas saturadas a poliinsaturadas (del 10% de riesgo al 5%).
La Clínica Mayo ha señalado los aceites con un contenido especialmente alto de grasas saturadas, incluyendo los de coco, de palma y de semilla de palma. Los que tienen menores cantidades de grasas saturadas y mayores de insaturadas (preferiblemente monoinsaturadas), como el de oliva, cacahuete, colza, aguacate, cártamo, maíz, soja, mostaza y algodón suele ser más saludables. El National Heart, Lung, and Blood Institute8 y la World Heart Federation9 han instado a reemplazar las grasas saturadas por insaturadas o monoinsaturadas. Los organismos de salud enumeran los aceites de oliva y colza como fuentes de grasas monoinsaturadas, mientras los de soja y girasol son ricos en grasas poliinsaturadas. Los resultados de un estudio realizado en Costa Rica en 2005 sugieren que el consumo de aceites insaturados no hidrogenados como el de soja o girasol es preferible al del aceite de palma.
No todas la grasas saturadas tienen efectos negativos sobre el colesterol. Algunos estudios señalan que el ácido palmítico del aceite de palma no se comporta como otras grasas saturadas y resulta neutral para los niveles de colesterol porque se distribuye equitativamente sobre los tres «brazos» de la molécula triglicérida.12 Además, se ha encontrado que el consumo de aceite de palma reduce el colesterol en sangre respecto a otras fuentes de grasas saturadas como el aceite de coco o las grasas animales.
Las grasas saturadas son necesarias para el correcto funcionamiento del cuerpo y el cerebro. De hecho, un estudio en Brasil comparó los efectos del aceite de soja respecto al de coco (rico en grasa saturada) y halló que aunque ambos grupos mostraban una caída del IMC, el grupo del aceite de soja sufrió un incremento del colesterol total (incluyendo una caída del HDL, el colesterol «bueno»). El grupo del aceite de coco sufrió en realidad un incremento de la proporción HDL/LDL (lo que significaba que tenían más colesterol «bueno»), así como menor volumen corporal (alguno que no se dio en el grupo del aceite de soja).14
El foco de la investigación actual se ha desplazado de las grasas saturadas en su conjunto a las grasas individuales y a los porcentajes de ácidos grasos (saturados, monoinsaturados, poliinsaturados) en la dieta. Una ingesta adecuada de grasas poliinsaturadas y saturadas es necesaria para la relación LDL/HDL ideal en sangre, ya que ambas contribuyen al equilibrio regulador del metabolismo metraproteínico.15
Los aceites ricos en grasas insaturadas pueden ayudar a bajar el colesterol «malo» (LDL) y pueden también subir el «bueno» (HDL), aunque estos efectos siguen estudiándose.
Los aceites de cacahuete, anacardo y de otros tipos de nueces también pueden suponer un riesgo para las personas con alergia a las nueces. Una reacción alérgica grave puede provocar un shock anafiláctico y causar la muerte.

Grasas trans
A diferencia de otras grasas alimenticias, las grasas trans no son esenciales ni beneficiosas para la salud.16 El consumo de grasas trans incrementa el riesgo de padecer enfermedades coronarias17 al elevar los niveles de colesterol «malo» (LDL).18 La hidrogenación, un proceso que añade átomos de hidrógeno a las moléculas de grasa para hacerlas más saturadas e incrementar su punto de fusión (por ejemplo para obtener margarina), es responsable de la mayoría de las grasas trans comestibles, siendo estas más dañinas que las presentes de forma natural en los alimentos.19
Varios estudios amplios20 21 22 señalan un vínculo entre el consumo de grandes cantidades de grasas trans, las enfermedades coronarias y posiblemente otras afecciones. La Administración de Alimentos y Medicamentos, el National Heart, Lung, and Blood Institute y la American Heart Association estadounidenses recomiendan limitar el consumo de estas grasas.



Cocinando con aceites


De izquierda a derecha: aceite de soja, aceite de colaza en aerosol y aceite de oliva.
Calentar un aceite cambia sus características. Algunos aceites que son saludables a temperatura ambiente pueden volverse perjudiciales cuando se calientan por encima de ciertas temperaturas. Al elegir un aceite para cocinar, es por tanto importante tener en cuenta su tolerancia al calor, y usar el adecuado para el uso que vaya a dispensársele.23
Una revisión paralela de 2001 de estudios sobre grasa alimenticia durante 20 años en el Reino Unido, los Estados Unidos y España24 halló que los aceites poliinsaturados como el de soja, colza, girasol y maíz se degradan fácilmente a compuestos tóxicos cuando se calientan. El consumo prolongado de aceites quemados provocó arteriosclerosis, artritis reumatoide y defectos de nacimiento. Los científicos también cuestionaron la recomendación de las autoridades sanitarias mundiales de incorporar grandes cantidades de grasas poliinsaturadas a la dieta humana sin acompañarla de medidas que aseguren la protección de estos ácidos grasos contra la degradación por calor y oxidación.
El aceite de palma contiene más grasas saturadas que los de colza, maíz, lino, soja, cártamo y girasol. Por tanto, el aceite de palma puede soportar mejor las temperaturas altas del proceso de fritura y la oxidación respecto a los aceites muy insaturados.25 Desde principios del siglo XX, el aceite de palma se ha sido cada vez más usado por la industria alimentaria gracias a que permanece estable en frituras y horneados incluso a temperaturas muy altas,26 27 y por su alto contenido en antioxidantes naturales.28
Entre los aceites adecuados para fritura a alta temperatura (por encima de 230 °C) gracias a su alto punto de humeo están:
Aceite de aguacate
Aceite de cacahuete
Aceite de cártamo
Aceite de colza
Aceite de girasol
Aceite de maíz
Aceite de palma
Aceite de salvado de arroz
Aceite de sésamo (semi refinado)
Aceite de soja
Entre los aceites adecuados para fritura a temperaturas medias (por encima de 190 °C) están:
Aceite con diacilglicerol
Aceite de almendra
Aceite de nuez
Aceite de oliva (virgen o refinado)
Aceite de semilla de algodón
Aceite de semilla de mostaza
Aceite de semilla de uva
Ghi (mantequilla clarificada)
Manteca de cerdo
Los aceites sin refinar no deben usarse para frituras, pero son seguros para las cocciones a fuego lento.

Almacenaje y conservación del aceite
Refinados o no, todos los aceites son sensibles al calor, la luz y la exposición al oxígeno. El aceite rancio tiene un olor desagradable y un gusto acre, y su valor nutricional queda muy menguado.[cita requerida] Para retrasar el enranciamiento, suele aplicarse un gas inerte, normalmente nitrógeno, al espacio restante del envase justo tras la producción. Este proceso se denomina inertización. La vitamina E es un antioxidante natural que también puede añadirse a los aceites de cocina para evitar su enranciamiento.
Todos los aceites deberían guardarse en el frigorífico o en un lugar seco y fresco. Los aceites pueden espesar, pero recuperan su fluidez si se dejan reposar a temperatura ambiente. Para evitar los efectos negativos del calor y la luz, los aceites deben sacarse de su lugar de almacenaje solo el tiempo imprescindible para su uso. Los aceites refinados ricos en grasas monoinsaturadas aguantan hasta un año (si son de oliva, hasta varios años), mientras los ricos en grasa poliinsaturadas se conservan unos seis meses. Los aceites de oliva virgen y extra virgen se conservan un mínimo de 9 meses tras la apertura del envase. Otros aceites monoinsaturados se conservan bien hasta ocho meses, mientras los aceites poliinsaturados sin refinar solo aguantan aproximadamente la mitad.
Por contra, los aceites saturados, como los de coco y palma, tienen una vida mucho más larga y pueden almacenarse a temperatura ambiente.29 Su falta de grasas poliinsaturadas hace que sean más estables.30

Tipos de aceites y sus características


Los aceites ligeros más refinados tienden a tener puntos de humeo más altos. La experiencia en su empleo suele ser una guía suficientemente fiable. Aunque los resultados de pruebas empíricas dependen de las cualidades de las muestras concretas (marca, composición, procesado), parecen ser la principal fuente de los datos disponibles.


Aceite de cocina usado

El desecho adecuado del aceite de cocina usado es una importante preocupación en la gestión de residuos. El aceite es más ligero que el agua y tiende a esparcirse en grandes membranas finas que dificultan la oxigenación del agua. Debido a ello, un solo litro de aceite puede contaminar hasta mil litros de agua.34 Además, el aceite puede solidificarse en las tuberías provocando atascos.
Debido a ello, el aceite de cocina nunca debe desecharse por el fregadero o el retrete. La forma adecuada de hacerlo es depositarlo en un envase sellado no reciclable y tirarlo junto con la basura normal o bien desecharlo en un punto limpio.
El aceite de cocina puede reciclarse para producir jabón y biodiesel.

Aceites vegetales comestibles y cosméticos

Los aceites vegetales son una parte fundamental en una alimentación sana, por que cuidan nuestra salud y belleza por su aporte de nutrientes esenciales, como los ácidos grasos esenciales (OMEGA 3 Y 6).

Aceites de vida

El Aceite es uno de los principales alimentos que ha consumido el hombre desde la antigüedad. Se sabe que los griegos ya lo empleaban en la preparación de sus comidas, además de preparar productos de belleza con él, el aceite es necesario en la alimentación, ya que a través de sus grasas, obtenemos ciertas sustancias que el organismo necesita y no puede elaborar, como los ácidos grasos esenciales (omega3 y omega 6), que son imprescindibles para el sistema nervioso.

Además son fuentes importantes de vitamina E, que tiene gran capacidad antioxidante, lo que protege del envejecimiento celular y estimula al sistema inmunológico a prevenir y resistir las infecciones, al igual que otras grasas contribuyen al transporte y absorción de vitaminas liposolubles o solubles en grasa (A,D,E,K) en el organismo, por tanto a pesar de ser los alimentos más calóricos, son alimentos básicos que deben estar presentes cada día en la alimentación, eso sí, en las cantidades adecuadas, sin exceso ni defecto.

Los Aceites comestibles son los que se obtienen a partir de semillas o de frutos oleaginosos y son elaborados en ciertas condiciones establecidas y bajo ciertas normas, todos los aceites de origen vegetal no contienen colesterol y aportan la misma cantidad de calorías, incluso el de oliva, ya que unos 5 gramos, aporta 45 calorías, en cuanto a su aporte calórico 1 gramo de aceite aporta 9 Kcal.

La calidad de los aceites vegetales

Los Aceites de más alta calidad, más saludables y con altas propiedades nutricionales para el organismo son sin duda los aceites extra vírgenes (extraídos o prensados en frío), éstos son recomendados tomarlos crudos, ya que de esta forma conservan sus altas propiedades medicinales y alimenticias, también hay que considerar el lugar de donde provienen los aceites, ya que la calidad del suelo y demás factores intervienen en las propiedades que el aceite tendrá.
Aceite de Oliva
El aceite de oliva, por ejemplo, se extrae de las aceitunas y dependiendo del tipo de olivo que se use y sus condiciones de crecimiento que su valor nutritivo, su sabor y color serán.

El aceite español tiene características muy específicas, así como el aceite que proviene de Grecia, Francia o México. Existen una gran serie de propiedades e índices que en su conjunto revelan el grado de calidad y conservación del aceite. Ellos son: punto de fusión y de solidificación, densidad, índice de refracción, índice de acidez, índice de yodo, índice de secantabilidad, índice de enranciamiento.

Aceite Extra virgen: Es el que se obtiene como resultado de presionar las olivas o aceitunas (una sola presión). Este es de los aceites con más alta calidad, además de tener un aroma y un sabor muy natural, es rico en nutrientes y con grandes beneficios para la salud.
Aceite Virgen: se obtiene en la segunda extracción, es de mediana calidad.
Aceite Puro: es uno de los aceites de más baja calidad pero sin duda de mejor alternativa aludable que los aceites procesados comerciales.
Aceite Pomace o ligero: es extraído mediante la extracción por medio de solventes. Este es el aceite de más baja calidad. El empleo de fuertes solventes destruyen las propiedades originales del producto perdiendo este sus beneficios y aportes nutricionales, asi como su olor y sabor natural. Debes fijarte muy bien en la etiqueta pues aunque esta diga “light” no por esto deja de tener menos calorías. En realidad tiene las mismas que todos los aceites, lo que quiere decir esta leyenda es que su sabor es más ligero.

Usos de los aceites

Complementos Nutricionales: Para cocinar y aliñar, ya que aportan una gran cantidad de ácidos grasos esenciales y otros nutrientes no encontrados en los aceites comunes. Se sugiere agregar una cucharada por ejemplo a su ensalada o a su plato ya servido. 
Algunos aceites poseen un sabor y olor muy agradable por lo cual pueden utilizarse como condimentos en varias recetas. No usar en comidas de cocción prolongada ya que muchos de sus nutrientes podrían desactivarse.
Cuidado de la piel: Masajes o aplicación en cara, cuerpo y manos. Se le puede adicionar aromaterapia.
Baños de Tina: Agregar dos o tres cucharadas de su aceite preferido.
Post depilación: Sobre la zona con un suave masaje.
Cabello: Aplique el aceite de manera de empapar completamente hasta la raíz. Masajee durante unos minutos , cubrir con plástico y toalla tibia y reposar dos horas. Lavar bien. Repetir la aplicación cada 10 días. Este tratamiento incluso es recomendable para cabellos grasos. A medida que observe resultados puede extenderse el lapso entre cada aplicación.
Fabricación de jabones y cosméticos.
Recomendaciones de uso
Evitar el sobrecalentamiento: lo preferible es no sobrepasar durante la fritura la temperatura de 170ºC. Si la temperatura es demasiado elevada se generan sustancias irritantes y potencialmente tóxicas por lo que deberemos desechar siempre el aceite sobrecalentado.
No se recomienda mezclar nunca aceite nuevo y viejo ya que se producen sustancias irritantes y potencialmente tóxicas.
Usar el aceite de oliva para freír es lo más adecuado ya que resiste mejor que los de semillas temperaturas de hasta 180 – 200º C que son las que se producen al freír.
Los alimentos que se vayan a poner en contacto con el aceite deben estar en lo posible secos, el agua favorece la descomposición del aceite.
Es recomendable cambiar con cierta periodicidad el aceite de fritura. Un aceite no debería de utilizarse más de dos o tres veces para freír, especialmente si ha humeado o está oscurecido.

Beneficios de los aceites vegetales

OMEGA 6
Tienen una acción antiinflamatoria, que mejora los síntomas de la artritis.
Son cardioprotectores, ya que al hacer la sangre más fluida, reducen el riesgo de coágulos u trombos.
Disminuyen el colesterol malo.
Disminuyen el colesterol bueno.
OMEGA 3
Previenen las enfermedades cardiovasculares, ya que favorece la circulación.
Contribuyen a regular la hipertensión arterial.
Aumentan los niveles del colesterol bueno.
Reducen los triglicéridos.
Evitan la obstrucción de las arterias.
Intervienen en la actividad de los órganos reproductivos.
Pueden mejorar el rendimiento intelectual. 
Mejoran el asma, la psoriasis, la esteoartritis o los tramatismos. 
Importancia del consumo de aceite

La ingestión moderada de aceites es fuente de ácidos grasos esenciales para el organismo. Dichos ácidos participan en un sin número de reacciones bioquímicas a nivel celular y en otros mecanismos, tales como la formación de tejido conjuntivo, producción hormonal, promoción de vitaminas y la gestación y manutención lipídica de las células.

Algunas reacciones bioquímicas conducen al desdoblamiento y transformación de la energía química de los aceites en energía calórica elevada y al revés, en la formación del panículo graso de la piel y al almacenamiento corporal como reserva de energía.

Es un hecho conocido que un individuo con carencia de carbohidratos echará a mano de su reserva lipídica o grasa en busca de energía para mantener el metabolismo, y por último, en caso de que también haya una carencia prolongada de lípidos, consumirá sus proteínas (es decir, su tejido muscular) antes de fallecer.

La carencia de estos aceites esenciales conduce a malformaciones y puede atrofiar el sistema nervioso y el endocrino, lo que generará desequilibrios a nivel celular. La incapacidad del organismo humano para realizar síntesis a partir de los ácidos grasos esenciales conduce al raquitismo y a la muerte.

Los mejores aceites para el consumo humano son los de pescado y de origen vegetal, debido a que contienen los llamados ácidos grasos esenciales omega en mayor porcentaje que los restantes aceites.

Componentes de los aceites

- triglicéridos
- ácidos grasos libres (1 a 10% en los aceites sin refinar)
- parte insaponificable (0,2 a 10% según los aceites)
- La vitamina E es un poderoso antioxidante y los aceites vegetales constituyen una de las fuentes principales de esta sustancia. Cada ácido graso tiene además propiedades específicas . El ácido linoleico es un ácido graso poliinsaturado que permite reducir el nivel de colesterol, y el ácido alfalinolénico también tiene efectos en la salud del corazón. El ácido ricinoleico es el principio activo del aceite de ricino y es un poderoso estimulante laxativo, mientras que el ácido gammalinolénico es el principal responsable de los beneficios del aceite de onagra, que se utiliza entre otras cosas para tratar el dolor de pecho y el eccema atópico.
- Los fitoesteroles se encuentran en los aceites vegetales, especialmente en los aceites de germen. Recientemente se ha hablado mucho de las margarinas enriquecidas con esteroles, ya que permiten reducir el nivel de colesterol de manera tan efectiva como muchos medicamentos). También se sugiere hoy en día que los niveles naturales de fitoesteroles presentes en muchos aceites vegetales (aceite de maíz: 968mg/100g, aceite de germen de trigo: 553mg/100g y aceite de oliva: 221mg/100g)* pueden contribuir asimismo a reducir considerablemente el nivel de colesterol 
Existen otros muchos componentes beneficiosos que se extraen y se concentran a partir de derivados del proceso de refinado, como los betacarotenos, la vitamina K, la fosfatidilcolina, que se usa en el tratamiento de enfermedades hepáticas, y la fosfatidilserina, empleada fundamentalmente en la prevención del deterioro cerebral.

Aceite prensado en frío

Un aceite prensado en frío es aquel que conserva sus mismas propiedades biológicas (valore nutritivos, medicinales, etcétera) que tenia cuando se encontraba en su forma original que es la semilla o el fruto.
En la antigüedad, todos los aceites eran prensados en frío y por lo mismo todos fueron siempre considerados muy valiosos en la alimentación y aplicaciones medicinales, usados incluso como sustancias para el culto, para ungir a sacerdotes y reyes, o como portador del espíritu, asi como n la extremaunción para acompañar el retorno al mundo espiritual.
Fue a partir de la revolución industrial que se fueron empleando métodos de extracción de aceites cada vez más sofisticados, calentando las semillas y lavándolas con solventes derivados del petróleo, se fueron lograron altos niveles de rendimiento y, por consiguiente, el abaratamiento del aceite, el cual ya no era un alimento altamente nutritivo, multivitamínico y demás, sino un mero aporte calórico, una “alimento” desvitalizado y hasta perjudicial para la salud.
Aceite de Colza o nabina, aceite de Cártamo, aceite de Sésamo y aceite de Arroz: este grupo es el menos utilizado en nuestro país, pero de optima calidad nutricional y de muy bajo costo, cosa que hace actualmente tenerlos muy en cuenta.
Aceite de pepita de Uva: Este aceite es extraído de los huesitos o pepitas de las uvas. Tiene un sabor delicado, por ello es recomendable utilizarlo en ensaladas y otras comidas frías, para degustar el delicioso sabor que tiene. También se puede utilizar en frituras. Tiene muy poco de ácidos saturados. En ácido linoleico tiene entre el 60% y el 70%. Además es muy usado en la industria de la cosmética por su elevado contenido en vitamina E, un antioxidante para la pie.
Aceite de Germen de Trigo: Es rico en vitamina A, E y ácidos grasos polisaturados. Además, es muy rico en un precursor de la vitamina D.
Por todo esto, no sólo es excelente para ingerirlo, sino también para aplicarlo externamente sobre la piel en casos de eccemas, sequedad, caída del cabello o heridas. 
Aceite de Girasol: después del aceite de cártamo es el más rico en ácido linoleico y después del de germen de trigo, lo es también en vitamina E. Es el aceite extraído de las pipas de girasol. Es un aceite ideal para aliñar ensaladas u otros platos. Es un buen aceite anti-colesterol por el tipo de grasas que contiene y porque es rico en vitamina E. Es uno de los mas comunes y probablemente mas utilizados,
Aceite de Nuez: se obtiene por presión en frío y no precisa refinado. Es el más rico en ácido linolénico. Se oxida y enrancia con mucha facilidad. Es un aceite de un sabor muy agradable. Se debe usar crudo.
Es un aceite muy rico también en vitamina E y en ácidos grasos polisaturados. Es un excelente anticolesterol, y además sirve para lubricar las cuerdas de tripa natural de las raquetas de tenis prolongando su efímera vida útil.
Si están jugando y su encordado está seco y apunto de cortarse, nada mejor que sacar una nuez del bolsillo y frotarla contra las cuerdas, esa pátina ayudará a que nos se corte. 
Desde la antigüedad, se ha utilizado como antiparasitario intestinal y una vez enranciado, se ha usado como purgante.
Aceite de Maíz: El aceite de germen de maíz es muy recomendable para aderezar ensaladas y preparar salsa mayonesa. Como ya sabemos, se utiliza también para preparar margarinas.
Es un aceite muy interesante porque es muy rico en vitamina E, por lo que está recomendado en enfermedades circulatorias o vasculares, en enfermedades neurológicas y en la esterilidad. No olvidemos tampoco su importancia en caso de tener alto el colesterol. 
Aceite de maní: El aceite de cacahuete tiene una gran estabilidad molecular con temperaturas elevadas, lo que lo convierte en un buen aceite para la cocina. Contiene entre un 40% y un 65% de ácido oleico. Si el origen del cacahuete es de Ámerica del sur o de África, apenas contiene trazas de ácido linoleico. Si no proviene de éstos dos continentes, el ácido linoleico puede variar entre el 15% y el 40%. En ácidos saturados la variación también es importante, entre un 15% y un 25%. También contiene tocoferoles es una cantidad próxima a los 40 mg por cada 100 g se utiliza generalmente para mezcla de otros aceites. 
Aceite de sésamo: de sabor y aroma muy agradables, contiene igual proporción de ácido oleico (monoinsaturado) y linoleico (poliinsaturado). No precisa refinado, contiene un antioxidante natural, sesamol, que lo hace muy estable y resistente a la oxidación, por lo que soporta varios años sin enranciarse. Proviene del Medio Oriente e India. Su duración es longeva y es un gran reductor del colesterol puesto que es muy rico en lecitina.
Los aceites vegetales que se comercializan como alimentos tienen 2 orígenes: una variedad muy grande se extraen de semillas vegetales, y otros de la pulpa de un fruto (la oliva). 
A través de un proceso de industrialización se extraen de estos vegetales los aceites con diferentes caracteres organolépticos (sabor y aroma) y diferencias en la cantidad y tipo de grasas insaturadas. La característica de los aceites vegetales es justamente que son una de las fuentes alimentarias más importante en este tipo de grasas.
Aceite de Soja: de sabor neutro, es rico en grasas poliinsaturadas, especialmente en ácido linolénico. Es un aceite especial, junto con el germen de trigo. Es riquísimo en vitamina A y en vitamina E.


No hay comentarios:

Publicar un comentario