sábado, 10 de octubre de 2015

Vegetales con letra RTZ

Remolacha:

La remolacha de mesa (también conocida como remolacha de huerto, nabo de sangre o remolacha roja) es un vegetal popular en los huertos de los Estados Unidos. Las hojas (cuello) de la remolacha son una fuente excelente de vitamina A y las raíces (remolachas) son una buena fuente de vitamina C.

Las hojas se cocinan y son servidas frescas como verduras, mientras que las raíces o cabezas pueden ser conservadas en vinagre para ensaladas o cocinadas enteras, para después cortarse en rodajas o en trozos.

 
La remolacha pertenece a la familia de las Quenopodiáceas y necesita de un clima templado costero o de tierra salinaspara crecer sin problemas.
Las remolachas son particularmente ricas en folate. Se ha encontrado que el ácido folate y ácido fólico previenen defectos de nacimiento del tubo neural (nervioso) y ayudan contra enfermedades cardíacas y anemia.

Las remolachas también tienen alto contenido de fibra, soluble e insoluble.

La fibra insoluble ayuda a mantener su tracto intestinal trabajando bien, mientras que la fibra soluble mantiene sus niveles de azúcar en la sangre y colesterol controlados.

(1 taza de remolacha cocida y rodajeada)
Calorías 31
Proteína 1.5 gramos
Carbohidratos 8.5 gramos
Fibra dietética 1.5 gramos
Potasio 259 miligramos
Fósforo 32 miligramos
Folate 53.2 mcg
Vitamina A 58.5 Unidades Internacionales

Propiedades:

Las remolachas son particularmente ricas en folate. Se ha encontrado que el ácido folate y ácido fólico previenen defectos de nacimiento del tubo neural (nervioso) y ayudan contra enfermedades cardíacas y anemia.
Las remolachas también tienen alto contenido de fibra, soluble e insoluble. La fibra insoluble ayuda a mantener su tracto intestinal trabajando bien, mientras que la fibra soluble mantiene sus niveles de azúcar en la sangre y colesterol controlados. La remolacha es un alimento de moderado contenido calórico, ya que tras el agua, los hidratos de carbono son el componente más abundante, lo que hace que ésta sea una de las hortalizas más ricas en azúcares. Es buena fuente de fibra.

Sus vitaminas

Se destaca los folatos y ciertas vitaminas del grupo B, como B1, B2, B3 y B6. Por el contrario, la remolacha es, junto con la berenjena o el pepino, una de las verduras con menor contenido en provitamina A y en vitamina C.

Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos en el sistema inmunológico.

La vitamina B2 o riboflavina se relaciona con la producción de anticuerpos y de glóbulos rojos y colabora en la producción de energía y en el mantenimiento del tejido epitelial de las mucosas, mientras que la niacina o vitamina B3 colabora en el funcionamiento del sistema digestivo, el buen estado de la piel, el sistema nervioso y en la conversión de los alimentos en energía.

La vitamina B6 participa en el metabolismo celular y en el funcionamiento del sistema inmunológico.

En relación con los minerales, es una hortaliza rica en yodo, sodio y potasio. Están presentes en menor cantidad, el magnesio, el fósforo y el calcio. El calcio de la remolacha no se asimila como el que procede de los lácteos u otros alimentos que son fuente importante de este mineral. En sus hojas abunda el beta-caroteno y minerales como el hierro y el calcio.

El yodo es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que regula el metabolismo, mientras que el potasio y el sodio son necesarios para la transmisión y generación del impulso nervioso, la actividad muscular, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Exceso de peso

La remolacha, debido a su moderado valor calórico, se puede consumir como ingrediente de ensaladas o de verduras y utilizar en dietas de control de peso, si bien hay que en cuenta la ración de consumo y la condimentación. Además, gracias a su contenido de fibra proporciona una buena sensación de saciedad, lo que limita el consumo de otros alimentos más calóricos

Mujeres embarazadas y niños

La remolacha es apropiada en la dieta de la embarazada gracias a su contenido en folatos. Ésta es una vitamina importante a la hora de asegurar el correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación. Su deficiencia provoca en el futuro bebé enfermedades como la espina bífida o la anencefalia. Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños. Por eso, incluirlas en su alimentación habitual es una forma válida de prevenir deficiencias.

Prevención de enfermedades

La remolacha contiene pigmentos llamados antocianinas, de acción antioxidante y que le dan su color característico. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres.

La respiración en presencia de oxígeno es esencial en la vida celular de nuestro organismo, pero como consecuencia de la misma se producen unas moléculas, los radicales libres, que ocasionan a lo largo de la vida efectos negativos para la salud a través de su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas.

Existen situaciones que aumentan la producción de radicales libres, entre ellas el ejercicio físico intenso, la contaminación ambiental, el tabaquismo, las infecciones, el estrés, dietas ricas en grasas y la sobre exposición al sol.

La relación entre antioxidantes y la prevención de enfermedades cardiovasculares es hoy una afirmación bien sustentada. Se sabe que es la modificación del llamado "mal colesterol" (LDL-c) la que desempeña un papel fundamental en el inicio y desarrollo de la aterosclerosis. Los antioxidantes bloquean los radicales libres que modifican el llamado mal colesterol, con lo que contribuyen a reducir el riesgo cardiovascular y cerebrovascular. Por otro lado, unos bajos niveles de antioxidantes constituyen un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer y de enfermedades degenerativas.

Alteraciones de la glándula tiroides

El desarrollo de bocio se asocia a un crecimiento de la glándula tiroides que interviene en la regulación del metabolismo.

La aparición de esta enfermedad está relacionada con un consumo muy bajo o nulo de yodo.
Las dietas deficientes en yodo son más comunes en países desarrollados.
Dicha deficiencia puede desaparecer con el empleo de sal yodada, aunque también existen alimentos que aportan este mineral, como es el caso de la remolacha, puesto que, junto con el ajo y la acelga, es la hortaliza más rica en yodo.

Cálculos renales y retención de líquidos

La remolacha es rica en un tipo de ácido orgánico conocido con el nombre de ácido oxálico. Este compuesto, que también abunda en las espinacas y las acelgas, tiene la capacidad de formar en el intestino complejos insolubles con minerales como el calcio y el hierro que impiden su asimilación.

Hay personas que tienen predisposición a formar cálculos en el riñón de "oxalato de calcio", motivo por el que se ha de restringir el consumo de remolacha de su alimentación.

Por otro lado, gracias a la abundancia de potasio e inferior contenido de sodio, poseen una acción diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo.

Son beneficiosas en caso de hipertensión, hiperuricemia y gota, cálculos renales (salvo de oxalato de calcio), retención de líquidos y oliguria. Con el aumento de la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico, urea, etc.
 


Col o repollo:
La col es sumamente importante desde el punto de vista medicinal a causa de su riqueza en vitaminas y sales minerales.


La Col o Repollo es originaria de Europa. Hay constancia que los Celtas, Griego y Romanos ya la consumían y estos últimos, lo utilizaban para los problemas intestinales, pulmonares y para incrementar la leche en las madres que estaban amamantando. También hay constancia de que los descubridores la llevaron a América, para plantar sus verduras y legumbres. Lo que no se sabe es si ya existía, porque en tierras Americanas existía un genero llamado quelites, que englobaban muy montón de vegetales silvestres que los indígenas consumían.

Las Coles de Bruselas son originarias del norte de Europa, concretamente del norte de Francia y de Bélgica, De ahí su nombre por Bruselas, por la capital de Bélgica. Y estas necesitan de un clima frío y húmedo para ser cultivadas. Los países que más la consumen son: Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Reino Unido.

La Col pertenece a la familia de las Crucíferas y se cultiva en campos. Existen muchas especies de este género, pero de la misma familia tenemos a las Coles de Bruselas, el Brécol, el Repollo y Coliflor. Necesitan de climas templados. Todas ellas contienen Azufre, que es un potente antioxidante.

Tipos de Col o Repollos

La col roja

Es mejor que la blanca, contiene más cloro y es alimento muy elevado en calcio por lo que conviene a los desnutridos. El zumo de col constituye un excelente tónico, siempre que se prepare correctamente, asi será muy recomendable para los niños que están en crecimiento.

La col cocida en agua es bastante eficaz contra la tos y ronquera. Con el zumo de la col roja se prepara un jarabe que es calmante y pectoral y se emplea especialmente para curar las enfermedades del pecho, particularmente los catarros crónicos.

Los coles verdes

Se utilizan en los casos de anemias y clorosis ; y se las recomienda junto con espinacas, zanahorias, lechugas, finamente picadas y suministradas a la dosis de una a dos cucharadas en cada comida, junto con los demás alimentos.

El zumo de la col da magníficos resultados como vermífugos, pues para ello se administrará a los niños por cucharaditas. También este mismo zumo crudo actúa como tenífugo, es decir, para expulsar las tenias.

El doctor Kerambrun de Hadé ha utilizado con espléndidos resultados la col y la coliflor en el tratamiento de graves disenterías, suministrándolas hervidas en agua, con un poco de manteca, pan tostado y sal. Además la col es muy buena para las enfermedades billiares, como ictericia y cálculos renales, menstruaciones difíciles o dolorosas, etc.

Por su contenido en yodo es excelente la col, en los casos de bocio exoftálmico, por esto de preferencia se usará la col roja o verde, contra el alcoholismo, se empleará el tallo de la col, rallado y macerado en vino o aguardiente, que se suministrará en copitas.

Uso externo de la col

Son numerosas las aplicaciones medicinales externas de la col. Asi por ejemplo el Dr. Deufur ha empleado con gran éxito, cataplasma de las hojas de col para curar úlceras varicosas en los muslos y pantorrillas.

Para esto se lavarán las hojas maceradas en agua de bórico por unas horas y después de haber limpiado bien la parte afectada, se colocarán las hojas de manera que abarque toda la úlcera, luego se vendará suavemente toda esa zona, renovándola cada dia 2 veces ;de este modo llegaré a cicatrizar con rapidez.

Esta cataplasma también se usará para tratar todo género de llagas inflamadas, como refrescante.

Como cáustico en las bronquitis

Se emplean las hojas fritas en aceite de pepa. Para disminuir la secreción de la leche en las mujeres, se aplicarán las hojas ligeramente asadas, en forma de cataplasma, sobre el pecho.

También esto mismo hace desaparecer los infartos mamarios. En la escarlatina se utiliza el cocimiento de las hojas de col, aplicado en forma de baños tibios. Las hojas cocidas al vapor y preparadas en cataplasmas, son magnificos para curar los dolores reumáticos, gota, artritis, ciética y neuralgias para lo cual se aplicará a las regiones afectadas.

También sirve para quitar el dolor en las inflamaciones de los riñones y el higado, colocadas en las partes correspondientes. Las hojas cocidas y muy calientes se aplican para combatir los dolores de costado, asi como contra los dolores reumáticos, y para ello se renovará cada una o dos horas, o con más frecuencia. En los estados febriles, se aplicará a la cabeza del enfermo, como refrescante, cataplasmas de hojas de col, que además de causar una grata sensación de frescura impedirá la caida del pelo.

Propiedades de la Col o Repollo

La Col o Repollo, contiene 92% de agua, fibra, pocas calorías e hidratos de carbono

Vitaminas: A, C, E y B.
Minerales: muy rico en Azufre y Potasio, Fósforo, Aluminio, Calcio, Flúor, Bario, magnesio, Bromo.
Otros: Ácido fólico, Niacina, Biotina, Mucílagos, Quecetina, Tirosina, Leucina, Cistina, ácido glutamínico, Arginina, Amoníaco, Nitratos, Lauteina.
Beneficios y propiedades Recomendadas para:

Indicado para diabéticos
Para el ácido úrico.
Reduce el colesterol.
Para el crecimiento infantil.
Ayuda a quemar grasas.
Previene la hipertensión.
Para la creación de anticuerpos.
Para el funcionamiento hormonal.
Para el funcionamiento de las tiroides y la glándula pituitaria.
Para el buen funcionamiento mental.
Para la artritis y el reuma.
Es anticancerígena.
 



Tomate:
Es una de las hortalizas más consumida en el mundo y tiñe de rojo multitud de platos de nuestra gastronomía. Sabroso e indispensable en la cocina, el tomate encierra en su interior un dechado de virtudes para la salud. Descúbrelas.


Crudo, frito, cocido, en salsa, en zumo o en un gazpacho, el tomate es un alimento nutritivo y refrescante que, por su sabor y bajo precio, forma parte de la dieta de la mayoría de los españoles, sobre todo en esta época estival. Sin embargo, el beneficio de esta sencilla hortaliza en la salud puede ser muy superior a cualquier fármaco, producto de costosas y complejas investigaciones, que el hombre haya inventado. Y es que, hasta la fecha, ningún medicamento ha conseguido tener tantas propiedades terapéuticas como ha revelado poseer el tomate, puesto que por sí solo previene el cáncer y el infarto, además de combatir muchas otras enfermedades.

Si un científico proclamara que el producto que ha creado puede prevenir hasta nueve tipos de cáncer, reducir el colesterol, combatir infecciones, fortalecer el sistema inmune, eliminar el ácido úrico, aplacar el dolor artrítico y reducir el riesgo de infarto, cualquiera podría acusarle de mentir y de aprovecharse de las esperanzas de los demás. Si en vez de un científico se tratara de un agricultor probablemente habría que darle la razón, ya que estaría hablando del tomate.

El tomate es un conocido remineralizante y desintoxicante.

Además de las toxinas que expulsa debido a su efecto diurético, también se encarga de eliminar el ácido úrico y de reducir el colesterol. No es extraño, por tanto, que un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, encontrara que las personas que consumían este alimento con regularidad tenían la mitad de riesgo de sufrir un infarto que aquellos no lo hacían. El estudio comparó a 1.300 americanos y europeos que habían sufrido un infarto con el mismo número de sujetos que nunca lo habían padecido.

La conclusión era clara: la diferencia se encontraba en el consumo de tomate.

La sustancia que, según todos los estudios, es responsable de este resultado es el licopeno, un pigmento que le proporciona su característico color rojo. El licopeno también se encuentra en las sandías, las zanahorias, los albaricoques y los pomelos. La diferencia es que el tomate es el que mayor proporción tiene de este pigmento, hasta el punto de que proporciona el 90 por ciento del necesario para el organismo.

Hay diferentes tipos de tomate

Redondo, pera, cereza o ‘cherry’, en rama y de Montserrat, entre otros, pero, a grandes rasgos, todas estas variedades comparten las mismas propiedades nutritivas: son una fuente de potasio, fósforo y magnesio –necesarios para la actividad normal de nervios y músculos–, nos aportan importantes cantidades de vitaminas B1, B2, B5, E y, sobre todo, C y A –en concreto, betacaroteno o pro-vitamina A–. El tomate apenas contiene grasas. Esta característica, unida a su poder diurético, lo convierte en un aliado de excepción en las dietas de adelgazamiento y de control de peso.

Es, además, un alimento muy rico en licopeno, un pigmento vegetal de la familia de los carotenoides que otorga al tomate su característico color rojo. El licopeno posee propiedades antioxidantes y numerosos estudios han demostrado que su consumo habitual contribuye a reducir algunos tipos de cáncer –como el de próstata, pulmón y tracto digestivo– y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. También se han contrastado sus efectos positivos en la prevención de la arteriosclerosis y del síndrome de degeneración macular, principal causa de ceguera en las personas mayores de 65 años.

Rico en Vitaminas C y A,

Vitaminas grupos B, PP y K.
Minerales: Fósforo, hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc, cobre, potasio y sodio.
Bioflavonoides
Licopeno
Altas propiedades antioxidantes y por tanto un excelente aliado contra el cáncer.
A las ya citadas propiedades se le puede agregar

Resistencia a las infecciones.
Vista (vitamina A)
Prevención de cardiopatía
Datos nutrición de 1 tomate mediano (148 g )
Calorías .35 Total Carbohidr. 7g 2%
Calorías de grasa 10 Dieta Fibra 1g 4%
Total Grasa 1g 2% Azúcar 4g
Grasa Saturada 0g 0% Proteína 1g
Colesterol 0mg 0% Vitamina A 15%
Sodio 5mg 0% Vitamina C 35%
Calcio 0% Hierro 2%

Protege los radicales libres

Los antioxidantes son un grupo de vitaminas, minerales y colorantes naturales que protegen las células de nuestro organismo de los efectos dañinos causados por los radicales libres, unas moléculas que se forman en el cuerpo humano al entrar en contacto con el oxígeno; es decir, cuando respiramos. Los radicales libres son, en parte, responsables del envejecimiento, de las enfermedades cardiovasculares y de la aparición del cáncer, y actúan atacando a las membranas celulares y al material genético de las células –el ADN–.

Este proceso de oxidación celular, que afecta a todos los tejidos, ocurre de forma natural y es inevitable ya que no podemos vivir sin respirar, pero factores como la contaminación ambiental, fumar, las dietas ricas en grasas saturadas, tomar demasiado el sol y el ejercicio físico excesivo contribuyen a aumentar la producción de radicales libres.

La mayoría de los antioxidantes se pueden encontrar en los alimentos vegetales, por eso es tan importante incorporar a nuestra dieta frutas y verduras en abundancia: te protegen contra los radicales libres de forma natural. Las tres grandes ‘pociones’ antioxidantes son las vitaminas C, E y los betacarotenos –o pro-vitamina A–. Algunos de los alimentos con mayor poder antioxidante son: los cítricos, los frutos secos, la espinaca, la cebolla –sobre todo las moradas–, el aguacate, las bayas –moras, fresas, arándanos–, el repollo, la zanahoria, la uva, la calabaza, el melón, el kiwi y, por supuesto, el tomate.

El tomate es muy rico en licopeno, un pigmento vegetal que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Ni verdes ni muy maduros

Los amantes de las pizzas, el ketchup y los platos regados con abundante salsa de tomate están de enhorabuena: cocinar y procesar los tomates no reduce las propiedades saludables del licopeno. Investigaciones recientes confirman que el organismo absorbe mucho mejor el licopeno del tomate si se consume procesado o cocinado en aceite –frito, asado y en salsa– que al natural o en zumo.
A la hora de comprar tomates nos decantaremos por los más frescos, con la piel lisa y sin manchas, suaves al tacto y que no están ni blandos ni abollados. Conviene elegirlos ni muy verdes ni demasiado rojizos, ya que los tomates siguen madurando durante su almacenamiento. Un truco para que los tomates maduros nos duren más consiste en colocarlos boca abajo y separados unos de otros.

Si se van a consumir crudos se deben lavar con abundante agua y unas gotitas de lejía para eliminar los posibles gérmenes. En la nevera pueden conservarse en buen estado de 6 a 8 días si se guardan enteros y un máximo de 2 días en zumo o triturado. Durante el tiempo de conservación, el tomate mantiene la mayor parte de las vitaminas gracias a su piel y a su nivel de acidez.

Un alimento básico en la cocina

Por su versatilidad y sabor, el tomate es uno de los alimentos estrella en la cocina. Un comodín culinario que puede prepararse de infinidad de formas: crudos y aliñados en ensaladas, en zumos, con pan y aceite, fritos, asados, en consomé y confitura...
Todo está permitido.

Para preparar salsas, el tomate ha de estar maduro, así tendrá un sabor menos ácido y se espesará mejor. Si se quiere corregir el gusto de acidez, bastará con añadir una cucharadita de azúcar. También es preferible pelar los tomates antes de prepararlos en salsas o estafados. Para quitar la piel fácilmente, se hace un pequeño corte en forma de cruz en la base y se sumerge en agua hirviendo durante unos instantes; cuando comience a levantarse la piel se retira y se deja enfriar.
Los ingredientes básicos para preparar una buena salsa de tomate son: dos cebollas picadas, dos dientes de ajo picados, sal, aceite de oliva, tomates maduros y, como hemos indicado, una pizca de azúcar para eliminar la acidez. Se cuece todo en una sartén a fuego lento, de 30 a 45 minutos, y, para que quede fina, se pasa por el pasapuré o la batidora.

Para ensalada. Los tomates para ensalada son, generalmente, duros, de un tamaño mayor que el resto de variedades y con un tono que tiende ligeramente a verde en su base.

Cáncer

Sin embargo, lo que más interés ha despertado entre los científicos de todo el mundo es la capacidad del licopeno para prevenir e incluso combatir el cáncer. Tras analizar 72 estudios sobre la relación entre esta sustancia y el cáncer, un equipo de investigadores británicos y norteamericanos comprobó que, en 57 de ellos, la relación entre un menor riesgo de cáncer y la ingesta de licopeno era completamente segura y en 35, "significativa". Este hallazgo permitió a los científicos concluir que esta sustancia es un poderoso antioxidante que previene la aparición de diversos tipos de cáncer, especialmente de próstata, pulmón y estómago.

La lista, no obstante, podría ser mayor. El coordinador del equipo investigador, el doctor Edward Giovanucci, de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, estuvo hace pocos meses en Pamplona, donde confirmó que los datos sugieren que el consumo habitual de tomate previene también el cáncer de esófago, páncreas, mama, colorrectal, bucal y cervical. "Los tomates son ricos en sustancias fitoquímicas con propiedades anticancerígenas, que conducen a la formación de carotenoides como el licopeno, compuestos que protegen a las células de los efectos de la oxidación", según explicó el científico norteamericano.

Giovanucci ya tuvo ocasión de comprobar las propiedades del tomate en estudios previos realizados en su universidad. Así, comprobó que los hombres que nunca han tomado salsa de tomate tienen más posibilidades de desarrollar cáncer de próstata que quienes lo hacen varias veces a la semana. Según este experto, ingerir salsa de tomate una vez a la semana reduce el riesgo de sufrir este tipo de tumor en un 10 ó 15 por ciento, mientras que las posibilidades bajan en un 30 ó 35 por ciento si se hace dos veces por semana.

Si los hombres deben disponer de una buena provisión de tomates en su nevera para prevenir el cáncer de próstata, el tumor más frecuente en el varón; las mujeres deben hacer lo mismo para evitar el cáncer más habitual en su sexo: el de mama. Tras analizar los niveles de licopeno y de otros carotenoides en 109 mujeres de Boston, los científicos de la Universidad de Harvard llegaron a la conclusión de que, a mayor concentración, el riesgo de cáncer era menor

Reducción de tumores

La capacidad del licopeno para retrasar la oxidación de las células, y de este modo su multiplicación, garantiza su capacidad preventiva. El siguiente paso era comprobar si estas propiedades tenían una aplicación en la curación de los tumores. En el último congreso de la Asociación para la Investigación contra el Cáncer de Estados Unidos, que es considerado como el foro sobre cáncer de mayor prestigio en el mundo, se presentaron los resultados de un estudio dirigido por el doctor Omar Kucuk, de la Universidad de Wayne, en Detroit, que aventura un prometedor futuro al respecto.

Los especialistas sometieron a 12 pacientes enfermos de cáncer de próstata a un régimen a base de una ración diaria de este pigmento durante las tres semanas precedentes a su intervención quirúrgica. Tras la operación, los autores del estudio constataron que los tumores no se habían extendido a otros tejidos en la mayoría de los casos (el 67 por ciento) mientras que en el grupo que no había participado en el régimen, el cáncer se había extendido en un 56 por ciento de los casos.

Además, los investigadores comprobaron que el 84 por ciento de los pacientes que se habían beneficiado del tratamiento con licopeno tenía tumores de un tamaño inferior a los cuatro centímetros cúbicos, frente al 55 por ciento en aquellos pacientes operados que no habían seguido el régimen. "Estos resultados sugieren que el licopeno modula las moléculas responsables de la regulación del ciclo celular y causa una regresión de las lesiones cancerosas de la próstata en el hombre", según afirmaron los autores del estudio.

En salsa y con queso

El licopeno, a diferencia de la mayoría de los compuestos vegetales, se libera sobre todo al cocinarse. Por ello, gran parte de las investigaciones comprobaron su eficacia en salsa, que a juicio del doctor Edward Giovanucci, es la fórmula ideal para beneficiarse de sus propiedades anticancerígenas, a ser posible, acompañado de alimentos como aceite o queso. Una combinación que recomienda no porque comparta gustos con sus ancestros italianos sino porque al cocer el tomate se libera más fácilmente el licopeno y gracias a estos alimentos se absorbe mejor por el organismo.

A quien no le guste la salsa de tomate puede recurrir a su zumo, que constituye otra alternativa eficaz, de acuerdo con el Instituto Federal de Investigación de la Alimentación de Karlsruhe, en Alemania. Este organismo científico recomienda beber cada día un tercio de litro de zumo, algo más de un vaso, para sacar provecho de todos sus beneficios.

En zumos o en salsas, los habitantes de la cuenca mediterránea no deberíamos tener demasiados problemas para obtener, a través de la dieta, los niveles de licopeno necesarios para mantener a raya el cáncer o al menos para reducir el riesgo de que aparezca. La hortaliza roja forma parte de infinidad de platos para todos los gustos. Sin embargo no siempre es así, menos aún con la comida de microondas, a la que el ritmo de vida urbano ensalza.

Tampoco cabe esperar que a partir de ahora, los urólogos y oncólogos opten por recomendar tomates a sus pacientes en vez de fármacos en los que los laboratorios farmacéuticos han invertido ingentes cantidades de dinero. Es por ello que un equipo de científicos del Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA) de Canarias está trabajando en la elaboración de un medicamento que contenga licopeno en dosis concentradas.

Píldoras españolas

El CIBA es un organismo dependiente de Instituto Tecnológico de Canarias, de la Consejería de Industria y Comercio del Gobierno autonómico, y participa en la investigación junto con la Universidad de Las Palmas y el Ministerio de Industria y Energía. Una investigación que resulta novedosa ya que, salvo algunas iniciativas similares en Israel y Estados Unidos, hasta ahora el licopeno era extraído a través de la fermentación de hongos, y no de tomates, con lo que se podían presentar efectos secundarios. "La gran diferencia es que con los hongos existen más reticencias debido a la presencia de fitotoxinas. Con el tomate tienes la ventaja de que es un producto natural apto para la alimentación", declaró a KARMA 7, el director del CIBA, Miguel Jiménez. Tampoco es de extrañar que sea Canarias la comunidad autónoma donde tiene lugar el estudio, ya que el archipiélago es el mayor productor europeo de tomate con diferencia.

Miguel Jiménez confiesa que "el proyecto inicial consistía en aprovechar los residuos de la industria conservera: las pepitas y la piel, pero tuvo que abandonarse ya que no se producían suficientes desechos. Por eso hemos optado finalmente por trabajar con la pulpa". Las dos presentaciones en las que el CIBA investiga son el tomate en polvo (que podría estar en cápsulas) y en oleoresina (grageas). "Diez gramos de tomate concentrado en polvo equivalen a un kilo natural, en oleoresinas la concentración es aún mayor", añade este doctor en biología. De este modo, destaca, con una cápsula se evita tener que comer 2 ó 3 tomates diarios.

El CIBA ha invertido dos años en la extracción, purificación y concentración del pigmento y actualmente se encuentra en la fase final para conseguir su estabilización, de modo que conserve sus propiedades durante un periodo largo de tiempo. La fase está prevista que finalice a finales de año, momento en el cual pondrán sus conocimientos en manos de la industria que quiera comercializarlo como medicamento o como suplemento alimenticio.
 


Zanahoria:
La zanahoria alimenta y protege. Como planta que es presenta unas ventajas evidentes para el organismo.


Pero además su alta composición de carotenos y provitamina A la convierten en un eficaz y sano bronceador. Las ventajas de la zanahoria son por ello numerosas.

La zanahoria es una planta herbácea anual de la familia de las umbelíferas. Su denominación técnica es Daucus carota o zanahoria silvestre. Esta planta presenta unas hojas compuestas, y flores blancas y amarillas. La parte comestible es la raíz. Es muy carnosa, presenta un aspecto coniforme y de color rojo anaranjado. Entre sus parientes se encuentran el apio, el nabo y el hinojo.

Su cultivo para la alimentación humana es muy reciente. La razón es que esta planta originariamente era bastante venenosa. Fueron los hortelanos franceses y alemanes quienes eliminaron su peligro. Por medio de una paciente selección y cruces neutralizaron su veneno y produjeron las raíces que, hoy en día, son un compendio de vitaminas.

Composición de la zanahoria

La zanahoria contiene un 20% de desperdicios, proteínas en un 1,5%, un 0,2% de grasa, 7,3% de azúcares y abundantes vitaminas. Predomina la de tipo A en forma de provitaminas, sólo igualada por las espinacas, y con casi el doble de cantidad que el perejil. Posee también hierro, potasio y calcio en niveles muy considerables y algo menos de fósforo. Aporta alrededor de 40 calorías por cada 100 gramos de alimento.

La composición de la raíz es muy compleja y entre sus azúcares contiene glucosa y sacarosa. También un 1,7% de fibra en estado bruto y casi otro tanto de cenizas. No faltan fosfátidos, muy apreciados en nutrición humana, como la lecitina y la glutamina. Pero sobre todo destaca por sus grandes cantidades de caroteno o materia colorante amarilla, la provitamina A.

Usos y virtudes

La zanahoria contiene mucho agua (casi el 90%) y es hipocalórica, aporta a la dieta sólo un 40% de calorías. Además es antioxidante y un eficaz protector de la piel. El organismo humano necesita unos 2 miligramos diarios de vitamina A y la zanahoria contiene entre 4 y 10 mg. por cada 100 gramos. Esto es fundamental para proporcionar un desarrollo armónico del cuerpo de los niños.

A su vez también ayuda a la secreción de leche materna. Previene los procesos degenerativos de la piel y regula los procesos intestinales. Esto último se consigue por su riqueza en fibra. Por otra parte equilibra la secreción biliar y favorece el aumento de glóbulos rojos.

La zanahoria y la vista

Desde la Antigüedad Clásica se conocían las propiedades de la zanahoria respecto a la vista humana. Esta se refuerza y agudiza con el consumo de esta planta. Varios escritores griegos y romanos como Plinio y Columela hablaron sobre ella. Y Dioscórides ensalzó sus virtudes en su Materia Médica.

Como anécdota, en la II Guerra Mundial los ingleses lanzaron el bulo de que sus aviadores veían por la noche gracias al consumo de zanahorias. Esto sirvió para ocultar a los alemanes el descubrimiento del radar y además se popularizó el consumo de esta hortaliza en el Reino Unido.

Las estaciones y su cultivo
La zanahoria es una hortaliza disponible a lo largo de todo el año. En la primavera se suele entresacar para hacer sitio y que pueda crecer con mayor comodidad. En invierno, en los lugares donde la temperatura no es muy extrema, las zanahorias aguantan en la tierra protegidas como mucho con un manto de paja. En el peor de los casos se extraen antes de las primeras heladas fuertes y se conservan enterradas bajo arena.

Zanahoria para el cutis

Por sus características la zanahoria ofrece una protección básica a la epidermis cuando la piel se expone a los rayos solares. También mediante algunos alimentos la piel puede permanecer suave, tersa y bronceada durante el verano.

Un régimen rico en carotenos favorece el bronceado y la zanahoria los posee en grandes cantidades. Los carotenos tienen grandes virtudes dietéticas y a la vez protegen la piel de la influencia negativa del sol. Mantienen la piel hidratada y le proporcionan un tono bronceado. Comer zanahoria unos días antes de tomar el sol ayuda a proteger la epidermis pues sus betacarotenos activan la producción de la melanina.

La zanahoria es, después del perejil, el alimento con mayor proporción de betacarotenos. Pertenece al grupo de caretanoides, formado por más de 600 compuestos naturales. Desempeña un papel muy destacado porque actúa como un precursor de la vitamina A. Puede transformarse en esta vitamina cuando lo necesite el organismo.

También funciona como un eficaz antioxidante y así previene los efectos negativos de la edad y dolencias como el cáncer. Los betacarotenos además neutralizan los radicales libres. Estos son unas moléculas reactivas con una alta carga energética. Dañan las membranas de las células y el material genético que contienen. En verano actúan contra estos radicales que se generan por una excesiva exposición al sol.

Los bronceadores elaborados a base de extracto de zanahoria producen a nivel cutáneo un estímulo del caroteno que va aportando, poco a poco, un tono bronceado a la piel.

Variedades de Zanahorias

Existen muchos tipos de zanahorias. Destacan la medio larga mantesa, la tantal, la tip-top, la roja de Carentan y la roja de Flakee. Las principales peculiaridades que las diferencian son el color, la forma, la longitud y el grosor de la raíz. Por otra parte hay que tener también en cuenta el vigor y la duración del ciclo de cultivo de la planta. Generalmente en los mercados suele haber tres calidades: extra, primera y segunda.

Las mejores zanahorias son las más pequeñas. Estas se suelen vender atadas en manojos con penachos de hojas de color verde. Es recomendable cocer cualquier tipo de zanahoria al vapor y no pelarlas. En lugar de ello se recomienda lavarlas a conciencia y rasparlas superficialmente.

Preparar un zumo de zanahorias

El zumo de zanahorias se toma crudo en cantidades que varían entre 50 y 400 gramos al día. Lo primero es limpiar las zanahorias de polvo e impurezas metiéndolas en agua. A continuación se raspa su superficie con un cuchillo sin pelar la piel. En ella es donde existe una mayor concentración de carotenos o vitamina A.

Pasando un kilo de zanahorias por la licuadora se saca alrededor de un cuarto de kilo de zumo. Este se puede diluir en agua y añadirle miel y limón. También es muy recomendable la mezcla del zumo con el de naranjas recién exprimidas.

Loción para Broncearse

Una poción exclusiva para ponerse moreno es la compuesta por dos zanahorias, una naranja, un tomate y un poquito de maña. Lo ideal es exprimir por un lado el zumo de la naranja. Por otro, lado en la licuadora se prepara el de tomate y el de zanahorias. Luego se mezclan todos y el zumo multifruta resultante se bebe casi de un trago. Esta bebida natural mezcla los betacarotenos (vitamina A) de la zanahoria y el tomate que ayudan a la formación de melanina y protegen la piel. La vitamina C de la naranja (antioxidante) previene a la piel del envejecimiento solar. No es recomendable tomar más de un zumo al día pero si empezar a tomarlo incluso quince días antes de la exposición al sol.
 


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